lunes, 17 de octubre de 2011

Dos

Cálida piel 
al reflejo de tus ojos,
sumisas tus manos 
al tocar su cuerpo,
un juego solo para dos 
donde solo existían tú y ella.
Con tus labios 
fuiste más allá del horizonte,
más allá de la fantasía, 
a un mundo al que 
solo dos pueden llegar,
dos que se convierten en uno.
Ella conocía lo desconocido 
y en medio del naufragio
encontró la salida 
a la que quiere pertenecer 
por ti.
Era una dimensión única 
y perfecta
poco a poco se hacía más serena
entre tanta pasión y demencia.
Tu aliento le confundían, 
tus besos la enloquecían,
y entre el roce de piel con piel 
fenece su miedo 
perdida en tus brazos,
en la mezcla de olores, 
de sensaciones.
Tan incierto el futuro 
de ese mundo existencial
caminos únicos 
que iniciaron sin final,
caricias indiscretas 
que surgieron a la realidad
y ella está por ti 
contemplando el día en el que todo 
sea un sí.

viernes, 14 de octubre de 2011

Tu droga

Quiero ser esa que necesitas, 
esa que tanta falta te hace, 
la indispensable del día, 
la que te lleva a cruzar el cielo, 
esa que te desespera 
cuando no la tienes, 
la que te absorbe, 
esa que te hace creer 
en  lo incierto, 
la que se adueña 
de tus pensamientos. 

Quiero ser esa 
por la que entregas todo, 
esa que cuando la tienes 
no desaprovechas ni el ultimo momento, 
esa que te satisface 
cuando más lo necesitas, 
la que te hace suspirar 
cuando la miras.

Quiero ser esa por la que dices: 
sin ella 
mi vida 
no tiene sentido, 
sin ella 
no vivo.

No siempre

Para una pregunta 
no siempre se tiene una respuesta.
Para un malentendido 
no siempre se tiene una explicación.
Para aprender 
no siempre se tiene que equivocar.
Para besar 
no siempre se tienen unos labios disponibles.
Para amar 
no siempre se tiene que ser correspondido.
Para reír 
no siempre se tiene que contar un chiste.
Para soñar 
no siempre se tiene que estar dormido.
Para leer 
no siempre se tienen que ver letras.
Para llorar 
no siempre se tiene que estar triste.
Para entender 
no siempre se tiene que poner atención.
Para sentir 
no siempre se tiene que golpear.
Para curar 
no siempre se tiene que estar enfermo.
Para escribir 
no siempre se tiene un lapicero.
Y para vivir 
no siempre se tiene que estar vivo.

La Estación, un 15 de setiembre por la noche

Fue suficiente una noche, 
donde las palabras fueron escasas, 
en la cual no hubo ningún detalle, 
ni una palabra bonita, 
solo tu presencia, 
tu aire.

Un gesto 
o una caricia grotesca, 
era todo lo que me podías dar, 
mas no importaba, 
porque a tu lado todo era distinto, 
entre lo peor era lo mejor.

Te tuve tan cerca 
que te escapabas de mis manos, 
te ibas lejos, 
cada vez más lejos, 
a tal punto que mis ojos 
no te alcanzaron ver, 
te fugaste entre la neblina 
que nos abrigaba en el túnel 
de La Estación.

Te esperé en el lugar indicado, 
en el momento preciso, 
busqué la mejor de las noches, 
encajé el mejor vestido 
y mis mejores olores. 
Allí me encontraba, 
esperando a que regresaras, 
mas fue larga la espera 
y tú más lejos te encontrabas.

No me bastó perderte, 
el dolor no fue suficiente 
para comprender que te habías ido, 
no encontraba la razón
por la que huías 
y de esa Estación hice mi hogar, 
al que pertenecí por ti 
hasta que me cortaron las raíces 
que calaron mi corazón 
y mi cuerpo entero, 
me mantenían sujeta a ti.