sábado, 26 de julio de 2014

Es la chica

Ella es la chica, 
tómala, 
es tuya. 
No le hagas daño, 
pero no la trates como a una princesa, 
a ella no le gusta.

Te voy a aconsejar:

Obsérvala de pies a cabeza, 
desnúdala con la mirada,
cada rincón, 
que no se te vaya ni el más mínimo detalle, 
ella se va a dar cuenta. 
Acércate a su cuello 
y sienta su aroma, 
ojalá se te grabe por siempre, 
es único de ella. 
Mírala de nuevo 
y recuerda el color de su ropa.

Si la quieres llevar a la cama 
que sea  lento. 
No seas muy brusco, 
puede que ella se asuste 
y no le vas a gustar. 
Sea tierno y cariñoso, 
pero no muy delicado 
le vas a parecer aburrido. 
Agárrala con fuerza, 
demuéstrale que le perteneces, 
pero no lo trates como a un objeto. 
Acaríciele el cuerpo, 
como si fuera un altar.

Toma sus labios y bésalos, 
con piedad, lento. 
Disfruta de los movimientos de su lengua, 
del ritmo de su respiración. 
Háblale con besos 
y por medio de ellos 
dile todo lo que quieras. 
Recorre con tu lengua 
cada centímetro de su lienzo 
y pinta con ella 
la mejor de tus obras.

Haz que te desee 
sin decir ni una sola palabra, 
que se vuelva orgásmica 
y que solo tú 
la puedas ver vibrar.