sábado, 19 de diciembre de 2015

DE ESAS

Soy de esas que al amar se entregan sin piedad,

de esas 

que desvisten con miradas y calan el alma


-no sé si las de otros o hago más profunda la mía-


También 

soy de esas que huye 

sin decir ni una sola palabra;

de esas que callan lo que sienten para no complicar.

De las que sueñan con las seis letras de tu nombre

y despierta sola

con ganas de ti y de más.


Las olas se llevan el olor de mi cuerpo

sin pedirme nada a cambio

y cuando pregunto por ti

el mar se queda sereno,

no sabe cómo contestar 

el dolor que siente mi cuerpo

ausente de ti.


A lo lejos se escuchan tus manos

tirar de las cuerdas de esa puta guitarra,

y yo

sin derecho a decir ni una sola palabra

grito el sabor de tu nombre,

de tus besos,

de tu recuerdo,

de tu voz.


El viento se ha calmado

porque no quiere parecer 

un mal tercio entre mis labios,

no sé cuáles,

pero entre ellos.


La luna se esconde

para no sentir la vergüenza 

que se emana de mí,

ella tan tímida 

y yo tan ganas de ella 

y de ti.

Porque cada vez que te niegas

es como volver a nacer

y no ser nada.


En altamar 

hay mil y un barco tratando de pescar

la primer letra,

esa que da

que nada

que todo

que un poco

y que no puedo más porque me delata.


Estoy en el vaivén 

donde no sé si irme

o llegar

o venirme

o nunca quedarme

o quedarme para siempre.


Si tus besos reventaran 

con las olas del mar, 

te juro 

que entregaría mi vida 

por verte llegar.

Pero soy de esas

que (no) son cobardes,

y no (sí) quieren arriesgar.