viernes, 12 de febrero de 2016

SIN PALABRAS

Cada vez que te veo
me tiemblan las piernas,
se agotan las palabras.

Puedo decir que una aventura comienza
con un par de miradas inquietas,
donde abunda el silencio
y sobra la ropa.

Hasta me he roto los labios de tanto morderlos
para no decirte que mis ojos
han calado todo tu cuerpo,
entero,
mío,
ajeno.

Tienes ese -noséqué-
que me deja con las ganas.
Y ese -arodorado-
que me dice "noteatrevas".