domingo, 4 de octubre de 2015

Cuartos de hotel inhabitables

He naufragado por más de mil bocas
en busca del sabor de la tuya,
pero amor,
podría atravesar el mundo entero
y nunca hallarla.
Se me han empezado a gastar los labios,
y temo que no encajen más con los tuyos
y me olvides.

Me atrevo a decir
que nunca te habían hecho temblar
como cuando estás a mí lado
y te toco la entrepierna.
No hace hace falta hablarte al oído
para que te entregues,
completo,
mío.
También confieso
que cuando me miras
me desvistes de adentro hacía afuera
y me entrego,
completa,
tuya.

Te puedo comer de pies a cabeza
o de cabeza a pies
que al terminar te voy a pedir más
y esperar a que seamos postre
y embarrarnos por las sábanas
y hacernos melcocha
para dos.

Vamos recorriéndonos la vida
en cuartos de hotel
y dejándolos inhabitables
por el olor a nosotros
impregnado en las paredes.

Que nuestro nombre
sea referencia en los mapas
con destino a ninguna parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario